viernes, 23 de diciembre de 2016

Capitulo 11: Amor a flor de piel.

Esa misma mañana del mismo día Jade despierta después  de escuchar que la puerta de la entrada se cerraba, con cuidado y sin despertar a Leonardo que estaba a su lado; se levanta con cuidado para quitar el seguro a la puerta y salir al pasillo. Al no escucharse nada se asoma al cuarto de Eugenio y al no verlo ni a él ni a Santiago camina hasta la sala donde tampoco había nadie solamente una nota pegada al refrigerador que decía "Jade lleve a tu sobrino a desayunar y después me lo llevaré al acuario espero que no te molestes" eso significaría que estaría el Domingo sola, eso y si Leonardo no se iba a su casa después de que se levantara por lo que regreso al cuarto y al ver que el seguía dormido entra a su baño.

-Valla aun tengo mucho sueño, ayer no recuerdo a que hora me dormí pero estoy segura que pasaban de las dos- comentaba la joven mientras se veía en el espejo  reflejada con su rostro todo somnoliento. Mientras más continuaba en el baño aun continuaba pensando en lo sucedido del día anterior provocando que se ruborizara o que se riera ella sola. -Estoy segura que estoy experimentando amor al lado de Leonardo pero...es mejor evitar ese sentimiento pues no se que sucedería esta vez si me involucro nuevamente con las personas de esa forma.-



Era algo raro ni ella misma podía entenderse pues de más joven tenía un tremendo amor por su sobrino, por su familia, por sus tesoros más preciados y a pesar de todos los problemas no se podía dejar de querer a las personas esto claro dependiendo de los acontecimientos que sucedieran a su alrededor -Es tan extraño no poder explicar como me siento- para ella era incomodo no poder explicar claramente sus motivos y razones pero siempre podría encontrar una forma de aclarar sus ideas por supuesto - El hecho de que hubiera dejado de creer en el amor no es solo por la relación de novia que tuve con aquella persona sino por las circunstancias que me prohibían poder seguir queriendo a aquellos que a pesar de su apoyo los problemas nunca terminaban, siempre pensé en irme y alejarme ya que estaba convencida y aun lo estoy que aquellos problemas eran creados por el mal carácter que tenía y por mi familia que no podía llegar a entenderme claramente aun cuando yo les hablara de frente, nunca le tomé importancia al divorcio de mis padres pues eso era cosa de entre ellos yo habló más sobre el afecto que nos demostrábamos de vez en cuando y esto cuando se podía. Claro ninguna vida es sencilla ni fácil pero si tomé este camino y si soy así es porque no tuve otra opción y no vi otra manera de escapar-

<<Después de todo...varias personas deseamos escapar>>

<<Lo que me hice a mí, lo que hice con otras personas, lo que le hacia a mi cuerpo todas las noches era de algo que no me enorgullecía algo que tome desde que tenia 15 años y a pesar de eso jamás le tome importancia, yo sabía que era lo que estaba haciendo, yo sabia que consecuencias traería y también sabía porque lo hacia. Siempre regresaba a casa llorando pues me sentía sucia, todo mi cuerpo tocado por cualquier
hombre.>>


Aun mirándose en el espejo ella recordó algo de su pasado que la hizo pensar

Tuve tantas posibilidades de dejarlo pero jamás lo hice, esta soledad que sentía desde niña no me dejaba y no era capaz de superar a mi ex novio pues era la única persona que conocía lo que me sucedía y el único que me apoyaba mi familia jamás estaba en todo el día y Santiago ya se había ido...
 Después de cada baño siempre terminaba recostándome en mi propia cama repasando una y otra vez todo lo que me estaba sucediendo y si debería seguir así, pero ya no había vuelta atrás a pesar de sentir arrepentimiento y la palabra "hubiera" ya no existía en este tiempo.

En ese momento se abre la puerta del baño y era Leonardo que se había despertado por escuchar a una persona hablar y al sentir curiosidad por saber que era lo que decía se despertó y se acerco a la puerta en cuanto vio que era Jade quien hablaba para ella misma le sonrío gentilmente y se acerco -Buenos días- dijo con un tono algo dulce pero a la frío -Buenos días- respondió Jade mirando a otro lado -¿Dónde están los otros dos?- Jade al escucharlo voltea a verlo y con una mirada algo ingenua dijo -¿Hablas de Eugenio y de Santiago?- a lo que Leonardo solamente asentó y la volteo a ver por lo que soltó  una pequeña risa -¿Que clase de expresión tan graciosa es esa? Pues es obvio que hablo de ellos dos al menos que ocultes a alguien más en tu casa- Jade algo emberrinchada golpeo levemente el hombro de Leonardo - No están, Santiago dejo una nota que decía que lo llevaría a desayunar y de paso al acuario- Leonardo la miro más de cerca -Eso quiere decir que hoy no estará nadie en  tu casa- Jade se retiro unos centímetros de Leonardo -P..pues si- intentaba mantener la mirada fija en él a pesar de que le costaba -Ya veo- ambos se mantenían en control perfectamente intentando no sobre saltarse pero a la vez se sentía una gran tensión pues ambos aun tenían presente la noche anterior.


-Mientras tanto, en otro lugar.-



Un adulto de cabello rubio y un niño de cabello castaño caminaban por el parque mientras miraban como las personas en familia o entre parejas pasaban y algunas se quedaban admirando los lindos arboles de cerezo que muy pronto florecerían.



Santiago: ¡Guauuu la comida estaba deliciosa! -Gritaba exaltado el rubio con una sonrisa de oreja a oreja-



Eugenio: Puedes guardar un poco de silencio todas las personas nos voltean a ver y sinceramente me da pena venir caminando por la calle contigo y más cuando eres un escandaloso.



Santiago: Auu vamos hasta parece que no tuviste infancia niño



Eugenio: Créeme no eres el primero y tampoco creo que seas el ultimo que me lo dice y que me lo dirá.



-El hombre rubio se detiene al frente de uno de los mas grandes arboles de cerezo que proyectaba una gran sombra y en donde se sentía un gran y fresco aire el niño voltea a ver al hombre que sonreía añorosamente como si recordara viejos momentos y la expresión de su cara era algo tierna- ¿Que es lo que piensa? -Le preguntaba el niño castallo al adulto que aun admiraba el árbol con gran devocion- Estoy tan feliz ¿lo sabías? -Admitia el robio con una agria sonrisa en el rostro que parecería que estaba a punto de llenarse de lagrimas- Si, es normal. Tu y mi tía sujetan una relación muy vieja en dónde la amistad es lo más importante para los dos. -Santiago al escuchar al niño se inclina a su altura y poza su mano en su cabeza- Si, es verdad...Pero creo que por ahora la amistad tendrá que dejar de existir -El niño sorprendido por su comentario no pudo evitar tartamudear la respuesta - Pe..pero ¿po..por qué? Acaso no le prometiste a mi tía que estarían juntos y que se acompañarían por toda la vida...



Santiago: Lo se, se que lo hice...Y se que ella es mi mejor amiga pero...Tengo que irme y ya no podre cuidarla ni protegerla ahora eso te lo encargo a ti...-Le sonrié gentilmente y lo mira a los ojos- Se que ella quedará destrozada cuando se de cuenta y es por eso que necesito tu ayuda, es por eso que quería llevarte a desayunar solo los dos.



Eugenio: ¿En verdad conoces muy bien a mi tía? Porque estoy segura que ella jamás llorara además de que es igual que yo, muy fría y desinteresada.



Santiago: No olvides que solo es superficial todo lo que demuestra, tu mismo viste como en verdad ella a sufrido por todo al igual que tú pues tu lloraste en cuanto escuchaste su historia y es por eso que ambos se están dando una oportunidad. Por favor Eugenio prométeme que protegerás y cuidaras de Jade, a pesar de que ella sola pueda te necesitara porque en verdad quiero que la verdadera Jade regrese.



-Eugenio choca el puño con Santiago y observándolo fijamente -



Eugenio: ¡Lo Prometo!








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