jueves, 5 de mayo de 2016

Capitulo 4: Una Sorpresa Parte 2

Ese mismo día por la tarde Jade se encargo de regresar a su departamento después de ese encuentro con su hermana por la mañana.

-¡Joder! Mi hermana me saco de quicio hoy por la mañana, no puedo creer que tome una actitud muy tonta y estupida, no solo le dije lo que pensé sino que también dijo lo que ella quería escuchar- 


Entre los recuerdos de Jade se encontraba principalmente el de la mañana, después de la pequeña "Discusión" que había tenido con Carolina, Jade le había sonreído a su hermana para decirle gentilmente que ella cuidaría de su sobrino el tiempo que fuera necesario y que no tendría porque preocuparse ya que ella se encargaría de todo lo necesario para que su hijo se sintiera a gusto. 

-En verdad pero que estupides más grande he cometido, a la próxima que me ponga sentimental me lanzare por un puente hacía los autos para que terminen con mi existencia de una vez antes de que cometa otra idiotes mía- 


Jade voltea a ver hacia el reloj de pared que se encontraba colgando en la pared de su sala -Ya es muy tarde y esa mujer no llega con Eugenio, que fastidio es esto de esperar- Miraba por la ventana haber si se veía su auto pero no había ninguna señal de ella por lo que opto por dejar de esperar y mejor pedir una pizza a domicilio y ver la televisión ya que no tenía ganas de salir y a lo mejor Santiago se aparecía por su departamento para pasar "un rato agradable con él" de la forma ha la que ambos les gustaba. Pasaron quince minutos desde que Jade había pedido la pizza por lo que se levanta del sillón con el dinero en la mano -Oye pero que rápidos son los de la pizzeria, espero que este muy buena y no la traiga mal hecha- En cuanto Jade se acerca a la puerta y la abre se sorprende -Tu no eres el repartidor de pizzas ¿cierto?- 

Con un tono irónico el niño le responde: -Ha claro que lo soy, solamente que hemos cambiado el atuendo de nuestra compañía para vestirnos de esta forma, ¿Pues tu que crees?- Ese tono le parecía familiar a Jade, era el mismo tono que ella usaba cuando alguien le preguntaba algo tan obvio que a simple viste se podía notar por lo que se recargo en la cabeza del niño -Pues entonces serías muy pequeño para el trabajo amiguito, en vez de repartidor podrías ser el duende de las pizzas- Al niño no le agrado la idea de tener a alguien recargado en su cabeza --¿Que haces? ¡Quítate! estas muy pesada, que acaso nadie te ha dicho que eres una molestia, Ha y por cierto tengo hambre-- Cuando Jade escucho al niño enseguida se quito; el niño entro al departamento de la pelirosa sin necesidad de pedir permiso..

Cuando el niño entro se quito la mochila que llevaba en la espalda y la dejo colgando en uno de los respaldos de las primeras sillas, enseguida el niño regreso a la entrada por sus otras dos maletas-¿Acaso solo te quedarás observando? ¿No piensas entrar a tu casa?- Le dijo mientras parecía que la veía algo molesto, como si su simple presencia fuera una molestia para el niño.


Si que el chiquillo tenia agallas,tenia una mirada muy penetrante y sobre todo era muy directo, no se veía que tuviera una pizca de pena o vergüenza, era todo lo contrarío ya que era directo con lo que quería y pedía. Jade no podría dejar de observar al pequeño ya que no parecía ser su sobrino y si lo era, si que había cambiado demasiado, tan solo lo vio crecer hasta sus cuatro años y de ahí fue cuando Jade se alejo de su propia familia. 


-Pues...No tengo tanta experiencia cocinando así que pedí pizza, ya esta a punto de llegar, si gustas esperar en la sala- 
El niño no respondió y mejor se sentó en el sillón a ver la televisión, Jade se encontraba viendo una película de terror por lo que el niño tomó el control remoto y comenzó a cambiar los canales, lo que el buscaba era algún documental de animales que pasaban a esa hora; No tardo mucho para que la pizza llegará así que después de que Jade cerro la puerta se acerco a la mesa con la pizza y dos platos. -Aquí esta la cena, ahora si podemos comer los dos ¿Verdad que sí?- El niño tomo el plato con una rebanada de pizza y se alejo para sentarse en el sillón y continuar viendo la televisión -¡Oye! ¿Me estas escuchando?- El niño tomó el control remoto y le subió el volumen a la televisión, por lo que jade se dio por vencido con el, así que después de tres rebanas se levanto de la mesa, lavo los platos, después lavo sus dientes  y por ultimo le lanzó una almohada al niño por lo que este reacciono algo inquieto y muy molesto -¡Oye que te pasa loca!- Jade frunció el sueño pero prefirió contar hasta diez -Tu cuarto es el que esta al fondo a la izquierda, esta a un lado del mío, por si te interesa saber Eugenio- Jade apaga la luz de la cocina y el de la sala para encender el foco del pasillo e irse a dormir, cerrando la puerta detrás de ella -¿Que le paso a Eugenio?


-Que le paso a ese niño que siempre sonreía y se reía de todo, el que siempre me recibía con un abrazo por las tardes, el que aun cuando yo me encontrara fastidiada el me hacía relajarme, el que siempre me animo cuando pasaba por un momento difícil y no quería decírselo a nadie... ¿Que le paso?- 

Apenas habían pasado dos minutos en cuanto la luz del pasillo se apago por completo, eso quería decir que Eugenio ya se había ido a dormir. -¿Como se le ocurre dejar la luz del pasillo encendida? ¿Que acaso le tiene miedo a la oscuridad? Es un Gasto innecesario de luz- 

Cuando Eugenio abrió la puerta de su habitación se sorprendió al ver que su habitación tenía una lampara de figurines de animales marinos, si que su tía se  había esmerado para hacerle una habitación perfecta y adecuada para él eso le hizo pensar respecto al trato que tuvo hacia ella, pero no podía arrepentirse y pedir perdón era una opción pero no era algo que se le diera bien así que solamente le agradeció pero susurrando "Gracias". 

Después de un Sábado algo agitado, el Domingo paso muy normal, Jade intentaba acercarse a Eugenio y este solamente se alejaba o la ignoraba, después de un "Fin de semana lleno de sorpresas" el Lunes por la mañana Jade dormía tranquilamente en su habitación hasta que percibió un olor muy dulce que provenía de la cocina -Pe-pero que es ese delicioso aroma- se levanto de la cama y se dirigió a la sala en cuanto llegó ahí recibió otra sorpresa ya que ese delicioso aroma eran hot cakes hechos por Eugenio, de pronto en cuanto Eugenio se dio cuenta de la presencia de su tia la saludo con unos simples "Buenos días" ha Jade le sorprendió tanto ver a su sobrino de 10 años en la cocina y aun más sorprendente ver una comida bien hecha.

-¿No piensas vestirte?- Pregunto Eugenio a su tía -Hee ¿por qué lo dices?- Jade estaba disfrutando de los hot cakes bien preparados de Eugenio que se le había olvidado por completo el trabajo -¡Ha cielos! se me hace tarde- se levanta corriendo muy apresurada de la mesa mientras Eugenio continuaba disfrutado de su desayuno -¡Es la primera vez en mucho tiempo que me vuelve a suceder!- Después de una media hora Jade sube al auto a Eugenio, le pone el cinturón y arranca para no perder más tiempo, en cuanto llega a la escuela primaria del niño, estaciona el auto se baja junto con Eugenio mientras que le susurra -¿Por que no me dijiste que venías a una escuela de gobierno?- A lo que el niño le responde: -Y yo como iba a saber que mi tía tiene un auto ultimo modelo- La gente los veía algo asombrados por el tipo de auto que Jade poseía -Bueno es mejor que te deja aquí, de todos modos ya estamos al frente de la puerta- Eugenio no hizo ninguna objeción -Si es mejor que te vallas que ahí viene mi profesor, hasta luego- Jade esperaba que Eugenio se despidiera de beso pero al parecer aun no se acostumbraba a ella -Vendré por ti a la salida- De pronto escucha que alguien la llama por su nombre -¡Jade!- en cuanto la pelirosa decide voltear esta se lleva una gran sorpresa...




¡Santiago! ....¡TU!...




























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