




En el capitulo anterior.....
Eugenio: Jade...
A jade le pareció extraño escuchar que su sobrino la llamará por su nombre y en cuanto volteo a verlo Eugenio tenía una mirada sería y llena de seguridad.
Eugenio: Quiero saber...¿Qué sucedió con está jade?
Reproduce el video en el momento donde jade estaba cantando.Todos se quedaron sorprendidos y en especial Leonardo ya que no podía creer que esa angelical voz fuera de la pelirosa, pero en cuanto jade vio el video se quedó atónita al no poder creer la petición de su sobrino y mucho menos podía creer que ese video, de su pasado existiera.
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Ahora si, continuemos con..... "Conociendo un Amor inesperado"
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Eugenio: ¿Y bien? ¿Qué es lo que esperas?
La joven pelirosa traga saliva ya que se encontraba muy nerviosa, Santiago y Leonardo veían como Jade estaba muy intranquila, se notaba que la adulta de temperamento voraz esta vez se encontraba indefensa ante un niño de 10 años, ella misma sentía como las palabras se le iban.
Eugenio: Tía...
Esa palabra retumbo en el interior de Jade, "Tía" pero de que se trataba todo ¿de dónde había salido ese video? ¿Cómo era posible que Eugenio le pidiera tal cosa? enseguida voltea a ver a Santiago quien se encontraba muy intranquilo ya que se encontraba con la frente sudando mientras jugueteaba con las manos.
Jade: ¡SA....N...TIA.....GO!!!
Jade continuaba mirando a Santiago con mucha furia y en cuanto Santiago escucho su nombre la volteo a ver con mucho miedo y temor.
Santiago: Ja-ja-jade...
Tartamudeaba y la miraba muy tembloroso
Santiago: Tengo que irme - El se levanta corriendo - ¡Adiós! -toma las llaves de su auto y sale corriendo de la puerta-
Jade: ¡Vuelve aquí cobarde! -Da un paso al frente y con su puño lo amenazaba- ¡Enfréntate como los hombres!
Santiago al salir no cierra la puerta al contrario la había dejado abierta pues el se pensaba quedar a escuchar por lo que solo se queda a un lado de la puerta oculto detrás de la pared. Mientras tanto Leonardo la observaba con mucha calma por lo que la sujeta para tranquilizarla en cuanto jade siente las manos de Leonardo en sus hombros ella suspira y voltea a verlo, no pudo evitar sonrojarse por lo que solamente mira a otro lado.
Jade: Bien, te contaré lo que sucedió....el día que me fui de la casa.
Eugenio se sentó nuevamente en el sillón mientras volteaba a ver a su tía con una mirada muy seria y esperanzada de saber la verdad, el cielo poco a poco se oscurecía, la noche se hacía paso sobre el atardecer y la luna iniciaba a salir.
Leonardo: Es mejor que yo me valla, no debería estar aquí.
Jade: No, quédate.
Para Leonardo esa petición había sido muy extraña pero en el existía algo que le hacía quedarse porque tampoco quería irse, quería saber realmente ¿Quién era Jade?
Leonardo: Bien entonces... -Se sienta a un lado de Eugenio-
Jade se sienta en el otro sillón que se encontraba justamente al lado del sillón en dónde estaba Eugenio y Leonardo sentados.
Jade: Bien todo comenzó el 3 de Junio del 2016, ese día recién cumplía los 19 años de edad, pensaba que sería un cumpleaños estupendo con mi mejor amigo, con mi familia y solamente nosotros, la verdad ese año y ese día esperaba ver a mi padre pero como otros años era de esperarse que nunca apareciera, "Claro" pensé "¿Como podía esperar que el apareciera? si hasta el día que nací el estaba ebrio" pero aun con la edad adulta, aun tenía una mente infantil e ingenua y siempre esperaba o al menos deseaba que ese día fuera diferente.
Jade se detuvo por unos minutos antes de poder seguir hablando, para cualquier persona sería difícil hablar de su pasado, aun cuando lo afrontemos y lo aceptemos es algo que nadie quisiera volver a repetir o al menos que fueran momento felices llenos de alegría y ternura.
Jade: A pesar de todos los años siempre tenía que haber un mes y un día en especial que odiara y que detestara con toda mi alma, a pesar que fuera el día en que hubiera venido al mundo, no me importaba, ese día tenía motivos para ser despreciado por mí.
Eugenio: ¿Cuáles eran esos motivos?
Jade: Por supuesto que tal vez ahora no tenía sentido alguno odiar ese día pero para mí eran motivos suficientes, no obstante siempre fingía una sonrisa.
Jade volteo para mirar a Eugenio quién se encontraba muy atento ha las palabras de su tía.
Jade: Eugenio, debes saber que nuestra familia siempre fue de dinero.
Eugenio: Por supuesto, recuerdo un par de veces que mi abuela siempre le decía a mi abuelo que me diera dinero.
Jade: Valla a pesar de tus diez años eres un niño muy inteligente y si así es, si nuestra familia es de dinero es gracias a tu abuelo, pues el trabajo demasiado y se esforzó demasiado para tener dinero, lamentablemente para él, el dinero era lo más importante, jamás fue el amor, ni la ternura, pero sabía que lo sentía pues con sus "acciones" lo demostraba.
Eugenio: ¿Acciones? ¿Ha que te refieres con acciones tía
Jade: Siempre se ha dicho que las cosas se deben demostrar con acciones y no con palabras. Pues tu abuelo fue más de acciones que de palabras.
Eugenio: ¿Lo odias?
Jade: Por supuesto que no, porque a pesar de todo lo que hizo y de todo el sufrimiento que hizo pasar a tu abuela a tu mamá y a mí, nunca pude llegar a odiarlo.
Leonardo: ¿Por qué? ¿Por qué nunca llegaste a odiarlo si tu misma dijiste que tenías motivos?
Jade: Porque era mi padre y a pesar de todo...Siempre hizo todo para darme lo mejor, para darme una buena vida, es por eso que yo siempre intente hacer todo lo posible para que el se sintiera orgulloso de mí y me viera como una autentica adulta ya no como una niña. Nunca permití que nadie me viera llorar, excepto en algunas ocasiones como Santiago o como mi mamá.
Leonardo: No puedo entender, no puedo entenderte Jade, ¿Cómo es posible que una persona no odiara a un humano que la hizo sufrir? ¿Cómo es posible que me digas que tu odiabas el día de tu cumpleaños pero no a las personas que te rodeaban? Tal vez el día no tenía la culpa sino las personas que te rodeaban.
Jade: Porque yo no quería ser como todos, porque a pesar de que yo podía odiar, no odiaba a nadie y tampoco sentía ira o envidia, porque siempre era de las personas que creían que esos sentimientos no eran buenos para el alma. Porque para mí siempre estuvo lo bueno y lo puro antes de lo sombrío.
Leonardo: ¿Qué sucedió para que odiaras el día de tu cumpleaños?
Jade: Todos los días de mi cumpleaños siempre llevaba de la escuela y cuando entraba no veía a nadie más que no fueran regalos y una carta firmada por mis padres. Todos los años era lo mismo, tres regalos y una carta, cuando regresaban a la casa solo era cuestión de esperar lo mismo de siempre ¿Cómo te la pasaste en tu cumpleaños?. Siempre fui una chica retraída y tímida, por lo que nunca pude hacer amigos, por lo que siempre estuve sola, apenas en sexto de primaría tuve mi primer perro el era el único que me esperaba en la entrada de la casa ya que la casa siempre estuvo sola.
Leonardo: Espera ¿Te ibas y regresabas sola de la escuela?
Jade: Si, mi mamá quería trabajar y yo era un impedimento por lo que le dije que no era necesario y que se fuera ella a trabajar y que yo estaría bien, ella acepto pues confiaba en que yo estaría bien, desde cuarto hasta sexto de primaría me iba y regresaba sola. Es por eso que mi único amigo era un pequeño perro.
Leonardo: Pero que descuido por parte de ella, ¿Qué tal si te pasaba algo? ¿Qué tal si te secuestraban?
Jade: Tuve que madurar rápido o bueno lo que yo entendía por "Madurar".
Eugenio: ¿Siempre te sentiste sola?
Jade: Por supuesto, siempre me sentía sola y siempre sentía tristeza en mi interior lo único que podía hacer era dormir, nunca me gusto llorar así que solo dormía, si era necesario me dormía todo el día y la tarea nunca la hacía.
Eugenio: ¿Cómo aprobaste la primaria?
Ese comentario hizo reír a jade, la primera risa en toda la noche
Jade: No lo se, supongo que era porque siempre me llevaba muy bien con los profesores o tal vez porque siempre asistía a la escuela o al menos que fuera por los cursos a los que me llevaban.
Eugenio: Ibas a clases de regularización.
Jade: Por supuesto, en primaria y secundaria y desde kínder siempre iba al psicólogo.
Leonardo: ¿Espera? desde el kínder ¿Ibas a un psicólogo?
Jade volvió a reír por lo que asintió con la cabeza mientras miraba a Leonardo quien lucia muy sorprendido.
Jade: Claro, no se ¿por qué era necesario que fuera todo el tiempo? pero...Lo era, aun hasta en universidad continuaba yendo porque era necesario, lo único bueno fue que al terminar la universidad ya no era necesario ir a un psicólogo porque ya todos mis problemas mentales e inseguridades habían sido tratadas, lamentablemente había sido tarde, porque yo ya no vivía con mi mamá.
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Hasta aquí el capitulo... ;)
En el capitulo anterior:
Santiago: ¿Qué quieres hacer entonces?
El joven de 10 años volteo a verlo
Eugenio: Quiero saber...¿Qué sucedió para que ella fuera así?
El rubio quedó sorprendido ante tal petición, pero de cierta forma le sonrío ya que al parecer ahora el chico quería entender a su tía y no solo su sobrino sino también él.
-Bien, te contaré lo que sucedió aunque lo demás deberías preguntárselo a ella si es que lo quiere saber.
El niño no comprendía pero asintió -Esta bien- dijo él seguro, a pesar de tener 10 años parecía entender y comprender todo lo que sucedía a su al rededor, para su edad parecía ser más maduro que cualquiera. Tal vez se debía a que él había tenido que madurar muy pronto para comprender lo que le sucedía a su al rededor ya que no podía tener las mismas cosas que recibió con anterioridad.
Santiago: Bien, por ¿Dónde inicio? Haber veamos...
(Santiago pensando tontamente)
¡Ya se! Te enseñare las fotos y así podre contártelo mejor
Toma su celular y revisa algunas fotos antiguas, para después prestarle el celular al joven niño que estaba sentado a su lado.
Santiago: Mira, ella es tu tía...
(Cuando Eugenio observa la foto que Santiago le mostraba se quedó sorprendido pues no podía creer que aquella chica que sonreía dulcemente era su tía, por supuesto que era hermosa ahora pero se veía más hermosa cuando era niña y se veía tan feliz)
Santiago: Cuando iba en cuarto de preparatoria, era una chica muy alocada, simpática, amable, inteligente y siempre estaba animada. Siempre ofrecía su ayuda a todos los que se lo pedían o simplemente ayudaba si creía que era necesario ya que a ella le encantaba ayudar.
Eugenio: Entonces... Si era así ¿Qué sucedió para que ella se convirtiera en una mujer... queriendo vivir de libertinaje?
(Santiago agacho la mirada algo desanimado por tener que recordar algo triste)
No se con exactitud lo que sucedió porque antes de que yo me fuera todas las cosas seguían bien entre ella y yo...
(Mientras Santiago le contaba a Eugenio la historia de su tía el iniciaba a recordar la época en donde recién ambos habían ingresado a la universidad por primera vez y como Jade se encontraba muy emocionada por entrar a la universidad)
Jade: Oye Santiago que te parece si ¿salimos hoy saliendo de la escuela?
Santiago: Me parece excelente la idea Jade.
(Todos los días salíamos a un pequeño parque en donde se podía respirar mucha paz y sobre todo le gustaba mucho la naturaleza, le llamaba tanto ese parque por mucha naturaleza que la rodeaba y porque al mirar el cielo ella siempre decía)
"Algún día nosotros también..."
(Recordando a Jade) Santiago se encontraba recostado sobre su mochila bajo la sombra de un árbol y a su lado se encontraba jade, ella estaba sentada mientras observaba atentamente el cielo azul.
Jade: "Podremos ser libres..."
Santiago: ¿De que hablas jade? Pues si somos libres..
Jade: Por supuesto que no Santiago, esto no es libertad, no se tu pero yo me siento como un pájaro enjaulado a la que a penas y se le permite ver el cielo, sin poder explorar sus horizontes, la que quisiera expresarse sin temor y la que quisiera...
Cuando Eugenio escucha esa frase no pudo evitar terminar de decirla, pues recordaba que en algún momento de su infancia recordaba una voz femenina que decía esas mismas palabras.
Eugenio: Volar para así alejarse y no permanecer en un solo lugar...
Santiago algo confundido por la repentina participación del niño lo miro extrañado y sorprendido a la vez.
Santiago: ¿Acaso piensas igual que tu tía?
Eugenio agacho la mirada, aun así la expresión facial no cambiaba de ser la de alguien serio.
Eugenio: No, cuando tenía 4 años escuche a mi mamá hablar con una mujer. Realmente no recuerdo el físico de esa mujer pero, si puedo recordar la voz femenina algo tenue y sobre todo puedo recordar sus palabras que hasta el día de hoy continuo recordando.
Santiago: Dime algo...¿Esa mujer te atormenta?
Eugenio: Por supuesto que no...Porque aquella voz es la misma que escuche cuando me cantaba en un idioma extraño pero me cantaba, también en otra ocasión recuerdo que alguna vez vi caricaturas algo diferentes a las que pasan en la televisión.
Santiago no pudo evitar reír ante tal respuesta, a Eugenio no le parecía gracia lo que decía y pensaba que Santiago se estaba burlando de él, por lo que reacciono algo exaltado.
Eugenio: ¡QUE TE PASA! ¿ACASO ES GRACIOSO LO QUE DIGO? ¡PUES PARA MI NO LO ES!
Santiago dejo de reír y parecía que Eugenio se sentía ofendido por la repentina risa del adulto rubio.
Santiago: Perdona, no quería incomodarte pero, describes a la perfección a tu tía.
Eugenio: ¿Pero de que hablas? - Pregunto algo extrañado Eugenio ya que no comprendía claramente a que se refería Santiago
Santiago: ¿Quieres saber de que hablo? Pues ven siéntate a mi lado y observa que hay después de está imagen.
(cuando Eugenio vuelve a tomar el celular de Santiago pasa su dedo delicadamente por la pantalla del celular y lo que ve enseguida le sorprende)
Eugenio: Pe-pero ¿co..como?
Cuando paso la imagen que veían, apareció una foto distinta en donde se podía apreciar claramente a Jade cargando a Eugenio recién que había nacido.
Santiago: La verdad, no se que pasaría con la Jade que yo conocía pero lo que si se es que ella aun cumple lo que prometió.
Eugenio: ¿Y que fue eso que prometió?
Cuando Eugenio pregunto eso Santiago le sonrió con satisfacción como si esperara que Eugenio le preguntara.
Santiago: Cuidar y proteger al nuevo integrante de la familia, recuerdo que en algunas ocasiones ella dejaba de salir tan solo para prestar atención a sus clases y así poder terminar su carrera con la mejor calificación para que muy pronto pudiera pagarle a su querido sobrino la escuela.
Acabado de que Santiago dijo eso, Eugenio no pudo evitar recordar un suceso que había pasado en cuanto el iba en quinto de primaria.
Eugenio: Ya veo...
Recordó que un día cuando su mamá iba saliendo de su casa se encontró un sobre blanco, cuando su mamá lo recogió pudo escuchar claramente como su mamá había dicho "De nuevo.." cuando Eugenio se acerco a su mamá y le pregunto ¿Qué era ese sobre? su mamá enseguida guardo el sobre y volteo a ver a su hijo con una sonrisa nerviosa a lo que solo respondió "no es nada importante".
Eugenio: Ahora entiendo porque siempre cada miércoles siempre había un sobre blanco en la puerta de la casa, una vez me toco recoger uno ya que no había nadie en la casa, aun cuando se sentía muy lleno el sobre nunca me imagine que fuera dinero.
La voz de Eugenio se volvía cada vez mas aguda, Santiago sabía que no faltaba mucho para que algunas lagrimas brotaran de los ojos del dulce y pequeño niño, esa fue la primera vez que pudo ver a ese niño de otra forma y no solo como un niño serio, sabía que dentro de un humano que demostraba hostilidad o frialdad siempre se encontraba un corazón cálido y lleno de sentimientos que esperaba ser derretido por la calidez de otra persona o en este caso por aquellos recuerdos.
Santiago: Y no solo eso...
Santiago toma su celular y se nota como movía sus dedos en la pantalla de su celular después de unos minutos en silencio comenzó a escucharse aquella voz femenina que Eugenio recordaba de su infancia, era un video que tiempo antes Santiago había grabado.
Jade: Quieres dejar de grabarme Santiago que no entiendes que no quiero aparecer en nada y mucho menos si estoy cargando a Eugenio.
Santiago: Hay vamos Jade no seas amargada y déjame grabarte...
Jade: Hazle como quieras pero ya te advierto que si aparezco en Facebook o en YouTube ya se con quien iré para asesinar.
Santiago: Ok, ok enojona.
Y después de esos comentarios lo que seguía en el video sería algo más impresionante porque jade comenzó a tararear una melodía que en unos minutos después comenzaría a cantar para Eugenio mientras poco a poco este se iba quedando dormido.
Eugenio: Esa canción, ese idioma...¡ES LA MISMA!
comentó Eugenio al instante en que volteo para tomar el celular de Santiago y observar el video, en ese momento Jade tenía el cabello corto y se encontraba realmente tranquila mientras tenía cargando a Eugenio entre sus brazos, el video no duraba demasiado ya que se detuvo a la mitad de la canción.
Santiago: Cuando yo regresé me di cuenta que no importaba cuanto tiempo me hubiera distanciado, que no importaba cuan cambiado estuviéramos nosotros dos; pues me di cuenta que seguiríamos siendo los mismos jóvenes que se conocieron en preparatoria, que aun cuando demostráramos algo por fuera no sería lo mismo que llevamos por dentro.
Eugenio: ¿Y que pasa si aun cuando demostraras algo por fuera seria lo mismo que lleváramos por dentro?
Santiago: Estarías equivocado, si es necesario que tu mente este conectada a tu cuerpo, pero siempre habrá algo que interferirá con ello, porque muchas veces puede suceder que a pesar de querer ser serios por dentro queramos demostrar nuestros verdaderos sentimientos, a veces es lo que sucede con las personas, por querer demostrar algo por fuera quieren demostrar algo diferente desde adentro pero a veces no nos damos cuenta de eso ya que somos humanos y estamos hechos a criticar lo de afuera más nunca ver lo de adentro.
En ese momento para Eugenio todo había quedado muy claro, hasta ahora solamente había visto el exterior de su tía sin ni siquiera prestar atención a su interior, nunca pensó en que sentía ella por ser tratada por él como algo sin importancia.
Después de unos instantes se escucha como se abre la puerta de la entrada cuando Santiago y Eugenio voltean hacia la puerta se nota que entra Jade junto con Leonardo.
Eugenio: ¿Mi profesor de deporte con mi tía?
Santiago: Hola Leonardo
Leonardo: Hola Santiago
Jade: Ya regresé, gracias por cuidar a Eugenio mientras no estaba Santiago
Santiago: No hay problema ya sabes que para eso estamos.
Eugenio: Jade...
A jade le pareció extraño escuchar que su sobrino la llamará por su nombre y en cuanto volteo a verlo Eugenio tenía una mirada sería y llena de seguridad.
Eugenio: Quiero saber...¿Qué sucedió con está jade?
Reproduce el video en el momento donde jade estaba cantando
Todos se quedaron sorprendidos y en especial Leonardo ya que no podía creer que esa angelical voz fuera de la pelirosa, pero en cuanto jade vio el video se quedó perpleja no podía creer la petición de su sobrino y mucho menos podía creer que ese video, de su pasado existiera.
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Bien hasta aquí el capitulo. ;)