"Yo me consideraba de un pensamiento más liberalista, siempre pensé que podía llegar a relacionarme muy bien con las personas pero al poco tiempo las verdaderas caras de las personas aparecían, no me atormentaba pero si me cerraba ante la relación más cercana lo que provoco que llegará a un punto en donde ni siquiera yo quería estar rodeada de personas."
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Capitulo 9: ¿Qué es real ? y ¿Qué es un sueño?
Leonardo: "Tal vez no pueda entenderla pues no me ha pasado lo mismo, ni siquiera se si pueda llegar a entender el grado de dolor y sufrimiento...Lo único que puedo ver es lo fuerte que puede llegar ha ser una persona a pesar de cargar sus propios demonios sin ser escuchada, aunque creo que ella no puede más."
Eugenio continuaba tirado en los pies de su tía quien lo miraba con compasión y mucha dulzura, cuando Santiago por fin decidió entrar una vez más a la casa aun cuando Jade tuviera ganas de golpearlo no le importo pero quería que supiera que el estaba aun con ella como su mejor amigo.
Cuando Leonardo vio entrar a Santiago no dijo nada solo se quedó en silencio pero tal fu su sorpresa por el rostro de Jade pues se veía lleno de felicidad al tener a su sobrino cerca -"¿Y si eso era?"- Pensó, solo necesita amor y saber que nunca más estará sola, necesita compañía, necesita a alguien a su lado, Leonardo hizo sus manos puño para apretarlos con fuerza ya que no sabía como actuar pero en cuanto había decidido levantarse a abrazar a Jade, Santiago ya se le había adelantado.
Santiago: Perdón jade, discúlpame.
Jade se sorprendió tanto al sentir como dos brazos varoniles la sujetaba, de momento nuevamente sintió como sus hombros se comenzaban a mojar, ella podía ver una cabellera rubia de su lado izquierdo mientras apenas se podía notar como el hombre llenaba de lagrimas a Jade, Santiago había llegado para abrazarla de espalda y así no pudiera verlo llorar pero que pudiera sentir como su ropa se humedecía por el llanto del joven rubio que en verdad sentía arrepentimiento de haberla dejado sola cuando ella más lo necesitaba a él.
En ese momento Leonardo solo miro a otro lado ya que le molestaba no ser él quien la abrazara a ella pero aun más se le había olvidado preguntar ¿Qué tipo de relación? era el que mantenían ellos dos, porque recién que conoció a Jade ella lo beso, pero después parecía que Santiago era su novio y en la cita Jade le había mencionado que solo había salido con él, así que para él era más que obvio que ambos eran..."NOVIOS".
-¡He!- grito Leonardo a los tres que estaban pasando un momento conmovedor, no quería romperles la burbuja de amor y felicidad pero ver a Santiago con Jade era molesto, Tanto como Jade y como Eugenio voltearon a verlo mientras Santiago cubría su rostro en el abrazo furtivo que aun recibía jade.
-¿Qué es lo que pasa Leonardo?- Preguntaba jade algo extrañada por el grito que le inquietaba -Profesor...Es raro que usted grite ¿Pero que es lo que le pasa?- hablo enseguida el niño para saber que era lo que le pasaba a su profesor pues era extraño en el actuar de esa forma si el siempre se encontraba serio y en algunas ocasiones sonreía para las niñas del salón quien lo admiraban por su "lindura" que así llegaban a decirle algunas de sus compañeras.
Leonardo: -¿Qué hay entre Santiago y tu?-
Jade: -¿Entre yo y....?- Voltea a verlo para comenzar a reír, Leonardo no entendía la razón de su risa porque el hablaba muy en serio y quería descubrir los secretos de su relación por más dolorosos que estos fueran.
Leonardo: ¿Me dirás que relación tienen?
Jade: Si solo somos amigos el y yo...
Santiago: No solo amigos..
Esas palabras hicieron temblar a Leonardo "No solo amigos" se refería a que Jade y el tenían...."¡Sexo!"
Santiago: Somos los mejores amigos
Cuando por fin Santiago termino la frase puso a Leonardo dio un suspiro de tranquilidad. Jade miró el reloj del aparador que se encontraba ahí mismo en la sala y se noto algo sorprendida pues ya eran las dos de la mañana y ellos aun continuaban despiertos, con mayor razón no había nadie en el pasillo y todo estaba callado en el edificio solo se escuchaban los autos pasar -Amm...Oigan, ya es muy tarde lo mejor sería que se queden a dormir en mi departamento por hoy y mañana a la hora que quieran se vallan a sus casa.-
Comentaba la pelirosa sugiriendo pues ya era muy tarde y no quería que le pasara nada a sus amigos aunque uno de ellos se supiera defender a la perfección. -Perfecto, por mi no hay ningún problema- decía el joven de cabello rubio pues con anterioridad ya se había quedado en ese mismo hogar pero por otro tipo de razones más que solo dormir -Bien, por mi tampoco hay problema- Dijo muy despreocupado el joven de cabello azabache que con una mirada retadora observaba al rubio como si este estuviera en sus tierras.
Al rubio no le agradaba nada la mirada que le lanzaba el de cabello azabache pero para continuar con el juego abrazo a Jade la cual estaba un poco distraída con su sobrino -Mientras yo me quedé con Jade, todo estará bien- Tal vez al rubio no le interesaba en lo absoluto a Jade ya que él la veía como una hermana menor pero le encantaba hacer enojar a Leonardo mientras el ponía su cara de desinteresado el sabía que por dentro moría de celos , a la pelirosa solo le daba un poco de risa -Esta bien- Asintió a que el joven rubio se quedara con ella a lo que al azabache no le agrado tanto la idea.
Pero enseguida el rubio al ver la expresión molesta de su amigo dejo a Jade cuidadosamente en el piso y dijo -Bueno, esta bien yo me quedaré con el campeón- lo decía mientras jugaba con el cabello del niño al cual nuevamente y una vez más lo detuvo ya que a él no le parecía para nada que un adulto hiciera esas cosas con su cabello -¡Que me dejes no lo entiendes! Acaso tienes seis años para comportarte de esa forma- Gritaba el niño al rubio mientras este continuaba riendo -Perdón solo jugaba, ven vamos a tu cuarto- el rubio sujeta la mano del niño para llevarlo a su habitación y así pudieran dormir cómodamente pero antes de que este se lo pudiera llevar el niño se zafo de la mano del rubio y dejo de caminar. Pero aun cuando el niño se detuviera Santiago continuaba caminando - ¡He espera! ¿Quién te crees para entrar a mi cuarto de esa forma? No te he dado permiso- El niño siguió al rubio hasta su habitación para sacarlo.
En la sala a Jade le parecía gracioso el hecho de que Santiago y Eugenio se llevarán de esa forma aunque por otro lado se sintió el ambiente un poco incomodo porque tanto Leonardo y Jade se habían quedado solos en la sala, tanto el corazón de Leonardo y el de Jade parecería que se les saldría del pecho pues ambos latían muy rápido -Estamos solos- Comento Leonardo mientras rascaba su cabeza y a la vez se ruborizaba.
Jade miraba al lado contrario del que miraba Leonardo para evitar que sus mirada se encontraran nuevamente ya que su mirada la ponía algo nerviosa -S..si e..es ci..cierto- dio la media vuelta para dirigirse a su habitación cuando de pronto siente como unas manos la detienen en cuanto ella voltea se da cuenta que Leonardo era quien la sujetaba del brazo impidiendo que está se fuera.
Leonardo observaba detenidamente ha Jade mientras ella intentaba escapar pues no sabía cuanto mas podía aguantar antes de que sucumbiera al encanto de él, lo único que provoco es que él la acorralara ha ella contra la pared y lentamente se acercara a los labios de Jade.
Mientras Leonardo se acercaba Jade, ella podía sentir la propia respiración de él cada vez más cerca, mientras que Leonardo estaba a punto de fundir sus labios con los de Jade solo faltaban unos pocos centímetros hasta que de repente se escucha a Santiago gritar eso hizo que Jade se alarmara por lo que aparto a Leonardo.
Salió corriendo en dirección a la habitación de Eugenio y en cuanto ella llegó y abrió la puerta se dio cuenta que Santiago se encontraba tirado en el suelo mientras que Eugenio dormía plácidamente en su cama. -Este niño me tiró- Jade no pudo evitar reírse y antes de cerrar la puerta una vez más dijo -Buenas noches.-
Leonardo se encontraba en el baño por lo que Jade aprovecho para regresar a la sala y cerrar sutilmente la puerta de entrada enseguida apaga las luces de la sala y le deja algunas cobijas a Leonardo para que no pasara frio por la madrugada ya que para ella sería obvio que dormiría en el sillón así que rápidamente se da la media vuelta y su mirada choca con una mirada completamente fría y seria, era Leonardo que la observaba en la plena oscuridad de la sala.
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